Amor Propio

Mateo 12:30-31

Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas". Este es el principal mandamiento.

El segundo es semejante: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No hay otro mandamiento mayor que estos.

No solo hace referencia a los mandamientos si no que va mas lejos. Tenemos que tratar a todas las personas con paz, gozo, mansedumbre, paciencia y bondad.

Mateo 5:46-47

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos?

Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles?

¿Por qué nos cuesta tanto amar desinteresadamente?

Tenemos que pedirle ayuda a Dios, tenemos que pedirle amor...

Mateo 5:48

Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.


¿Puede ser que una de las razones por las que nos cuesta amar sea por que no estamos haciendo las cosas bien?

¿Qué decia el segundo mandamiento que antes leimos?

"Amarás a tu prójimo como a ti mismo"

¿Cuántos nos amamos a nosotros mismos?

Vamos a hacer un repaso de cómo nos amamos a nosotros mismos para ver si de verdad lo hacemos.

Amor propio según nosotros:
Perder nuestro tiempo
Ver la TV
Comer cualquier cosa
Vivir descuidados
Gandulear

Amor propio según Dios
Pasar tiempo con Dios
Leer la Biblia
Comer sano
Cuidar nuestro cuerpo
Aprender nuevas cosas

Y me podréis ayudar con muchos otros ejemplos.

Tenemos que aprender a distinguir Amor propio de amor a nosotros mismos

En definitiva amarnos a nosotros mismos es hacer cosas que benefician a nuestro crecimiento espiritual y como personas. Primero debemos aprender a amarnos como Dios quiere que nos amemos, principalmente por que no nos pertenecemos.

1 Corintios6:19-20
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

El mismo texto pero en la Biblia de lenguaje sencillo:

El cuerpo de ustedes es como un templo, y en ese templo vive el Espíritu Santo que Dios les ha dado. Ustedes no son sus propios dueños. Cuando Dios los salvó, en realidad los compró, y el precio que pagó por ustedes fue muy alto. Por eso deben dedicar su cuerpo a honrar y agradar a Dios.

Así que si Dios nos compro, realmente no nos amamos a nosotros haciendo lo que queremos, si no que amamos y honramos a Dios cuidado el templo en el que el habita.

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.

Cuanto más estemos relacionados individualmente con la Biblia, y cuanto más sincera y celosamente nos critiquemos a nosotros mismos, comparando nuestros corazones y vidas con la norma de los requerimientos divinos, tanto más completamente confiaremos en la sabiduría que no puede errar. Por medio de la fe aceptaremos la promesa dada a los que reciben a Cristo como su Salvador personal, la promesa de que les dará poder para llegar a ser hijos e hijas de Dios

Alza tus Ojos, p. 346.5 (EGW)