Y amarás al Señor tu Dios


En esta ocasión, me gustaría compartir lo que creo que es el secreto de una vida cristiana. En la vida nos complicamos pensando en leyes, mandamientos, normas y un sinfín de cosas que creemos que son correctas y que nos van a ayudar en nuestro caminar cristiano, y sin duda que nos ayudan, pero el problema es que nos alejan de nuestro Padre. Cuando pensamos en una relación familiar podemos entenderlo mejor, si nos imaginamos un padre con un hijo, podemos darnos cuenta de que el padre ama incondicionalmente a su hijo pase lo que pase, no se puede decir lo mismo del hijo, en principio si, debe haber amor, pero no siempre esto es así. Podemos darnos cuenta de que el amor de un hijo hacia el padre se ve influenciado por el carácter de la persona, las circunstancias que le rodean, las influencias de los que están a su lado, y muchas cosas mas. Pero sabemos que el amor de un padre es inmutable y mucho mas cuando hablamos de nuestro Padre celestial. De este modo, me gustaría que pudiésemos centrar nuestra atención en restaurar nuestra relación con Dios, dándonos cuenta de que El, nuestro Padre, no es el que tiene que cambiar, lo tenemos que hacer nosotros.

Y la base de todo esta aquí:

Deuteronomio 6: 4-9 (Mateo 12:29-30)
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 
y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 
y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. 
¿Cuantas veces hemos leído este pasaje? Un par de veces mínimo, pero seguro que por nuestra manera de leer la biblia, se nos pasa de largo o incluso podemos llegar a pensar: “Esto ya lo se” o “Vale, esto es fácil” (esto ultimo lo hacemos mucho, inconscientemente pero lo hacemos.)

Puede que lo escuchemos mucho, pero  ¿Lo cumplimos en nuestras vidas?
Es una pregunta que debemos hacernos, ya que de tu respuesta dependerá tu relación con tu Padre.

Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón

Vallamos por partes ¿Qué quiere decir con todo mi corazón? Analicémoslo… La biblia se responde ella misma. Podemos ver que siempre que se usa la palabra corazón en la biblia, se usa en relación a los sentimientos de las personas. (Génesis 6:6, Génesis 17:17,Génesis 27:41, Éxodo 7:3, Éxodo 35:22,Levítico 19:17,Jueces 16:15, 1 Reyes 3:9, 1 Crónicas 29:9, Salmos 19:14, etc.)

Deuteronomio 4:39: Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. 

El corazón: los sentimientos, nuestra parte emocional, aquella que nos hace hacer locuras. Dice nuestro Dios que debemos amarle con el corazón, este amor es similar al del enamoramiento por su uso sentimental y emocional. ¿Acaso le amamos como podemos llegar a amar a una persona? ¿Le amamos con ese amor que nos mueve a decir cosas que en situaciones normales no diríamos, aquel amor por el cual damos todo por la otra persona?
Cuando estamos enamorados de una persona somos capaces de todo, darle la vuelta al mundo si fuese necesario para alcanzar a esa persona querida. ¿Qué se experimenta en nuestro ser cuando estamos enamorados?  Esa sensación de incertidumbre cuando no sabemos si somos correspondidos, pero aquella sensación de bienestar cuando la tenemos a nuestro lado. Vale la pena que analicemos como este nuestro corazón hacia nuestro Padre ¿Lo echamos de menos? ¿Nuestro corazón palpita a un ritmo acelerado cuando llega la hora de acercarnos a El? ¿Nos falta el sueño por que hoy no hemos podido hablar? ¿Hago lo que haga falta por llamar su atención?

Yo me analizo, y me doy cuenta de que en este aspecto puedo decir que no amo a mi Dios con todo mi corazón, he de enamorarme de El.

Proverbios 4:23: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. 

Y amarás al Señor tu Dios con todo tu alma


Podemos ver como en la biblia, la palabra alma hace referencia a l misma esencia de la vida, lo que nos da animo para vivir, la voluntad, nosotros. (Génesis 35:18,  Génesis 42:21,  Éxodo 23:9, Número 11:6,  Jueces 16:16, etc.)

Job 27:3-4 Que todo el tiempo que mi alma esté en mí, Y haya hálito de Dios en mis narices, mis labios no hablarán iniquidad, Ni mi lengua pronunciará engaño. 

Alma: Lo que somos, lo que nos mantiene con vida, la esencia más íntima de nuestro ser. Esto es lo que nos diferencia del resto de mortales, nuestra alma, se puede decir que es nuestro carácter, y mas que esto, todo lo que somos y seremos. Debemos poner el sello de Dios en nosotros, que nuestro padre sea parte de nosotros, de nuestra identidad.  ¿Nuestra vida tiene necesidad de Dios(salmo 42.1)? ¿Construimos nuestro carácter en las instrucciones que nuestro Padre nos deja? ¿Comprendemos que sin Dios nuestra vida no tiene sentido? ¿Tu pensamiento esta continuamente en Dios? ¿Acaso le amamos nosotros con todo nuestro ser?

Salmos 63:8: Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.

Y amarás al Señor tu Dios con todo tu fuerza


En la biblia nos enseña que la fuerza hace referencia a nuestro poder para hacer las cosas. ( Deuteronomio 8:17, Deuteronomio 32:36, Josué 14:11, Job 6:11, Salmos 88:4, etc.)

Proverbios 24:10: Si fueres flojo en el día de trabajo, tu fuerza será reducida. 

Fuerza: Con ella nos movemos y hacemos, nuestra actitud, las ganas que le ponemos a lo que hacemos. Podemos ir a trabajar sin fuerzas, sin ánimo. Pero lo que hace que nuestro trabajo tenga mejor resultado es las ganas que le pongamos a lo que hacemos. ¿Acaso ponemos todas nuestras fuerzas en la búsqueda de Dios o solo vamos a la iglesia por costumbre? ¿Nuestra actitud esta fortalecida en la palabra de Dios o nos desanimamos con facilidad? ¿Dónde pongo mas empeño, en el trabajo o en los momentos junto a mi Padre? ¿Estamos desperdiciando nuestras fuerzas en cualquier actividad poco enriquecedora o preferimos guardar lo mejor de nosotros mismos para Dios?

Proverbios 31:17: Ciñe de fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos.


Ama al Señor tu Dios


Dios nos esta llamando a restaurar nuestra vida con El. Para los que a un no conocen el amor de Dios, El os invita a experimentar el amor mas grande que puedan sentir en sus vidas, El cambiara tu vida si tu le dejas. Para los que ya han experimentado el maravilloso amor de Dios, El os invita a renovar vuestros votos con El.

Es un ejercicio de actitud, Romanos 12.2 Cambiad vuestra manera de pensar para que así cambie vuestra manera de vivir. ¡Animo!
Si conseguimos poner todo nuestro ser en armonía con el amor que El nos brinda, conseguiremos que nuestra vida este en armonía con todos sus principios (Mateo 6.33), nos costara menos apreciar lo que viene del Padre y podremos distinguir lo que son meras imposiciones humanas. Alcancemos la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:13)

 Deuteronomio 4:29: Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. 
 


La vida cristiana


¿Cuantas veces nos topamos con desanimo,  con la puertas cerradas,  con problemas y con mil situaciones que nublan nuestra vida?

La vida es así, nadie se escapa de esto, mientras vivamos aquí tendremos todo tipo de circunstancias que forjaran nuestro carácter (Juan 16:33: Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. )

Jesús nos lo dijo y nos lo advirtió, tendríamos todo tipo de luchas y problemas. Pero en sus palabras nos da aliento, nos insta a mirar su ejemplo y a confiar en El. Nuestras vidas están en sus manos. ¿O acaso tenemos nosotros el poder para cambiar nuestra situación? ¡No tenemos el control de nada!

Entonces… ¿no podemos hacer nada? como a Job (Job 2.3 ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad?) nada de lo que le sobrevino pudo el controlarlo, lo único que tenia en esos momentos de desesperación y angustia  era su actitud y las ganas de aferrarse a nuestro Dios. Debemos comprender que por mucho que hagamos nosotros nuestra vida esta en sus manos.

¿No hacemos nada entonces? ¡De ninguna manera! Podemos hacerlo todo, podemos ser la diferencia. ¿Cómo? Veamos que nos dice nuestro Padre:

  •     Lo primero que debemos hacer es dejar de mirarnos a nosotros, dejar de mirar nuestros problemas y creer en Dios, creer que  tiene el control de cada situación de nuestra vida.
        Hebreos 11.6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. 
Como se dice: “No le cuentes a Dios de tu gran problema, cuéntale a tu problema lo GRANDE QUE ES TU DIOS”
Esto tiene mucho que ver con la actitud con la que vamos en la vida, debemos afirmarnos en Dios y confiar en El. Sea cual sea nuestra situación, Él nos rescatara, nos tomara en sus brazos y nos llevara a su lado, tendremos una nueva visión del mundo que nos rodea por que miraremos con sus ojos de amor.  Acércate mas a Dios sin tardar, confía en El y el hará con tu vida un  milagro. (salmo 37. 5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.)

  •     Cuando aprendemos a confiar en Dios y a dejar nuestras vidas en sus manos, Dios se glorifica por medio de nosotros, el amor de Dios llega a los corazones de las personas gracias nuestros testimonios.  
      En ocasiones queremos que las cosas se hagan ahora y como yo quiero, pero olvidamos el tiempo de Dios y que los caminos de El no son nuestros caminos.
Podemos darnos cuenta que en las historias de la biblia  aquellos momentos en los que todo parecía perdido, siempre que sus protagonistas se ponían en manos de nuestro Dios, estas se tornaban en historias de victoria y todo para la gloria de Dios (Éxodo 14). Ya que en ocasiones olvidamos que esta no es nuestra historia si no que es la gran historia de salvación, aquella que será contada por la eternidad ¿Formaras tu parte de la historia?
  •      Debemos aprender de la historia de Israel y dejar de quejarnos. Tenemos que dejar de mirar las cosas de Egipto, aquello que hemos dejado atrás, todo lo que el mundo nos ofrece, y empezar a confiar en que pronto llegaremos a la tierra prometida.  (Números 13-14)¿Sera que nos esta pasando como a Israel? ¿a lo mejor debimos entrar a Canaán hace 20 años, pero por nuestra rebeldía seguimos vagando en el desierto?
      Miremos la nueve de Dios que nos guía hacia la tierra prometida, dejemos las quejas a un lado y confiemos en nuestro Padre que quiere lo mejor para nosotros. Pronto llegaremos ¿Estamos preparado para enfrentar a los gigantes y destruir las murallas de Jericó?
  •       Nunca pensemos que ya no nos queda nada por aprender, no pensemos que ya sabemos todo sobre Dios, EL es infinito y es imposible que seres finitos lleguen no tan si quiera a acercarse un poco a la gran verdad de Dios. Tenemos mucho que aprender. Ojala podamos darnos cuenta que en este mundo no hay una verdad absoluta, esa solo la tiene Dios y El, en su amor, a querido compartirla con nosotros, pero no toda por que no somos capases de asimilarla. El hombre solo puede acercarse y rosar las verdades,  no pretendamos nunca ser aquellos que tienen la verdad infalible, por que si no, estaremos cometiendo el mismo error de los fariseos imponiendo a otros yugos que nosotros mismos  no podemos llevar y rechazando  así  la verdad más clara que ellos tenían frente a sus ojos: Jesús.

·         Dios lo dejo muy claro: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
·         Y  Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22.37-39)
·         Si podemos vivir una vida para Dios y para el prójimo conseguiremos acercarnos un poco mas al ideal que Jesús vino a enseñarnos. ¿A que esperas?

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.


Vivimos en la vida pensando en nosotros, lo que nos falta, lo que no tenemos, lo que queremos, lo que me dijeron, lo que me hicieron. Cuando Dios nos pide que vivamos una vida para El y para los demás, son sus dos mandamientos para nosotros: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Y  Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22.37-39)

Por lo visto lo único que hemos entendido de estas palabras de Jesús es “a ti mismo”, es lo único que parece preocuparnos, aparentamos amar a Dios y parece que nos preocupamos por el prójimo cuando en realidad solo estamos mirándonos a nosotros.

¿Cuántas veces vamos a la iglesia por cumplir y para que la gente no piense mal de nosotros? Así podemos hacer ver a las personas que nos importa Dios, pero… ¿Realmente lo amamos?

¿Es posible acaso que estemos “amando” al prójimo, atendiéndole y ayudándole solamente por intentar que la gente piense bien de nosotros?  Podríamos  pensar que lo estamos haciendo por nosotros mismos y no por el amor al prójimo.

Estos son preguntas que podemos hacernos y así pensar cual es la motivación que nos mueve realmente.  

Realmente las palabras de Jesús que acabamos de leer son sencillas pero encierran una gran dificultad para el ser humano, tenemos la facilidad de aparentar que vivimos acorde a las palabras de Jesús, pero olvidamos que El escudriña nuestros corazones y conoce hasta el mas intimo pensamiento de nuestro ser. Deberíamos analizar cada día de nuestra vida si estamos amando a Dios con todo nuestro ser, Él nos ama con amor eterno, eso esta claro, pero… ¿Qué pasa con nosotros? ¿Qué pasa contigo? ¿Le amas?

El poder de la palabra

Con este titulo no he querido referirme al poder de la Biblia, sabemos que tiene mucho poder, pero hoy de lo que quiero hablar es sobre el poder que tienen las palabras que salen de nuestra boca.

Podemos comenzar a ver el poder de la palabra en el principio de la creación cuando Dios decidió crear el mundo y todo lo que en el hay. Podemos apreciar como Dios hablaba y se creaban las cosas que Él decía.  (Génesis  1.3. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.) 

Dios nos hizo a su imagen y semejanza (Génesis 5.1b. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios  lo hizo), en algunos aspectos nos parecemos mas a El, pero con lo que respecta a la palabra no tenemos el mismo poder en nuestra boca, pero a un así conservamos gran poder con nuestra lengua para hacer mucho mal y mucho bien.

Santiago 3: 3-12

He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! 
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. 
Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? 
Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce. 

Leyendo este texto podemos darnos cuenta de lo impotentes que somos para dominar algo que parece insignificante y que produce tanto mal. Quiero centrarme ahora en que también podemos producir bien de la misma manera en la que producimos mal; así entonces lo que debemos hacer es centrarnos en que decimos, a quien, cuando  y como, por que dependiendo de esto estaremos produciendo  bien o mal. Simplemente es una labor de concentración, evitar abrir la boca sin pensar antes lo que sale de ella.

¿Qué decimos?

Job 27:4 Mis labios no hablarán iniquidad, Ni mi lengua pronunciará engaño. 

Debemos procurar ser cuidadosos con lo que decimos, muchas de las palabras que salen de nuestra boca no son necesarias y hacen mal a quienes las escuchan. Podemos hacer el ejercicio, difícil por cierto, de analizar lo que vamos a decir antes de hacerlo. La mayor parte de las veces decimos las cosas según llegan, pero  deberíamos pasarlas por el filtro en nuestra mente, para así refinar frases, mejorar palabras, eliminar cosas o incluso no decir nada. De esta manera, muchas veces, no solo dejaremos de decir cosas malas, si no que diremos cosas que harán sentirse mejor a las personas.

Salmos 35:28 Y mi lengua hablará de tu justicia Y de tu alabanza todo el día. 

Intentemos centrar nuestras palabras en las cosas buenas de Dios y de la vida. La última vez hablamos sobre la actitud que debemos tener en la vida, y esta muy relacionado con este tema, ya que si aprendemos a ser felices y vivimos gozosos podremos transmitir mucho mejor palabras de bien y no de mal. Y esto esta muy relacionado con nuestra relación personal con Dios.

¿Cuándo lo decimos?

Proverbios 21:23 El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias. 

Muchas veces simplemente tenemos que saber cuando decir las cosas, no es que algo en si sea malo, pero quizás no es el mejor momento para recibirlo. Así que por no saber elegir el momento para hablar podemos hacer un gran mal. Por ejemplo si alguien esta enfadado por algo que le acaba de ocurrir, dependiendo del carácter de esa persona, puede que no acepte nuestras palabras de consuelo; sin embargo si esperamos a que la euforia del momento pase, con mucha probabilidad la persona aceptara nuestras palabras y le ayudaremos a superar el problema.

Saber elegir el momento para decir unas palabras, no solamente puede ser una bendición, si no que el mismo Dios puede estar usándonos para llegar al corazón de una persona.

¿Cómo lo decimos?

Proverbios 12:18 Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina. 

Se pueden decir las cosas de muchas maneras diferentes, y este versículo nos lo refleja. No saber como decir algo puede ser como una espada, pero pensando y aplicando la sabiduría que Dios nos ha dado podemos llegar a ser como medicina.

En ocasiones también tenemos que decir cosas que no son tan agradables para los oídos de las personas, pero podemos cambiar la reacción de las personas, dependiendo de como digamos una frase.

 Proverbios 10:19 En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.

No por adornar mas una frase será mejor, en muchas ocasiones el silencio es mejor que un discurso elocuente, ya que muchas veces las personas necesitamos hechos mas que palabras. Como dice el dicho: Lo que dices no me deja ver lo que haces. Esto fue lo que le paso a Saul (1 Samuel 15:13-14 Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová.
Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos? )

Si somos impulsivos a la hora de hablar, pasaremos gran parte de la vida arrepintiéndonos por nuestras palabras. Así que no es tarde para empezar a pensar antes de hablar.


¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo?

Si lo combinamos todo podemos llegar a la conclusión de que debemos hacer el ejercicio de analizar lo que se quiere decir, ya que influye el que, el cuando y el como lo vamos a decir.

Por otra parte la biblia nos enseña que hablaremos lo que mas sepamos, de lo que mas estemos llenos, eso será lo que salga por nuestra boca. (Lucas 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.) Así si llenamos de la cosas del mundo nuestro corazón, si pasamos mas tiempo agradando a nuestros sentidos, a los placeres carnales, entonces de nuestra boca saldrá todo aquello que hace mal. (Mateo 15:18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.) 

Ahora bien si nos acercamos a Dios y pasamos tiempo con El, escuchando su hermosa palabra y estamos en comunión continua con El, entonces nuestra boca hablara palabras de bien, sin que nosotros tengamos que pensar mucho Dios estará utilizándonos para llevar sus palabras a los corazones de las personas.

1 Pedro 3:10-11
Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. 

Piedras malgastadas


Como aquellas curiosas piedras que encontró un hombre en una pequeña bolsa de piel en la orilla de la playa; con unas intentaba dar a los pájaros y con otras las hacia rebotar sobre la superficie del agua, así es el tiempo.
Cuando le dijeron a aquel hombre que esa pequeña piedra que le quedaba era un diamante en bruto, fue corriendo para ver si podía recuperar alguna de las que había tirado, pero no tuvo ningún éxito. Así es  el tiempo, una vez lo vivimos no lo podemos recuperar, nosotros decidimos que hacemos con las piedras preciosas que con tanto cariño se nos han entregado a nuestro cuidado.







Entre tú y Dios

Como humanos que somos tendemos a dejarnos llevar por las circunstancias de la vida, dejando que nos afecten hasta los problemas mas pequeños, olvidando que todos tenemos problemas. Es verdad que unos tienen problemas y circunstancias mas fuertes que otras, pero podemos ver como hay gente con problemas mas fuertes que  los nuestros vive mucho mas felices que nosotros. ¿Por qué?

Es muy fácil, todo depende de nuestra actitud en la vida, si aprendemos a disfrutar lo que tenemos y no a pensar en lo que nos falta, si aprendemos a esperar aquello que queremos en vez de impacientarnos por aquello que no tenemos, si aprendemos a ser felices independientemente de la situación, viviremos una vida plena. Porque  la vida no consiste en vivirla mejor o peor si no en vivirla. 
(Génesis 39:2,21,23)

Ya que la plenitud no la da el cumplimiento de los deseos  en nuestra vida , si no en como disfrutamos cada experiencia, sea mala o buena. Normalmente las personas que viven esperando algo y/o amargadas por distintas situaciones que viven, cuando se les soluciona el problema o reciben aquello que deseaban, siguen sin ser felices, y eso es porque ahora tendrán otros anhelos o preocupaciones, y este ciclo nunca acabará. 


Es verdad que no todos vivimos lo mismo, pero ¿que es lo que lleva a una persona a la depresión, si esta tiene el mismo problema que otra que esta a su lado feliz y contenta?

Muy fácil, la actitud. (Salmos 26:2; Proverbios 12:5; Proverbios 16:3)

He puesto ese titulo al tema, por que Dios nos ayuda con esto, en ocasiones, al ser todas las personas diferentes, unos tienen más facilidad que otras para tener una buena actitud frente a la vida. Dios quiere que hablemos  con El, quiere escucharnos y consolarnos, así que tenemos un Padre que nos ama, al cual podemos explicarle todas nuestras circunstancias y Él nos comprenderá. Podemos hablar, pedir, llorar, reír, quejarnos, guardar silencio y todo lo que necesitemos ya que el esta atento a nosotros. 

Por lo que si dejamos todo lo que aparentemente nos hace infelices a sus pies, eso nos ayudara a vivir una vida plena, aprender a confiarle a El nuestros problemas y deseos es sumamente importante para ser felices en cada etapa de nuestra vida, independientemente de lo que tengamos que vivir. Con El a nuestro lado, emprenderemos un viaje de felicidad y gozo, con el que contagiaremos a nuestros semejantes y no solamente disfrutaremos de cada instante si no que ayudaremos a otros a disfrutar también. 

Conclusión
Deja tus pesares ENTRE TU Y DIOS. Todo lo que te abata y te quite la felicidad, háblalo con tu Padre en privado, cuando salgas de la intimidad con Dios, se feliz con lo que tienes ahora, disfruta cada instante como si fuera el ultimo, ayuda a tu prójimo sin pesar. Con una sonrisa genuina puedes transformar hasta el corazón más triste. (Proverbios 17:22)

La vida es corta, si no comienzas a disfrutar ahora de ella y aprendes a descubrir las cosas maravillosas que te rodean en lugar de centrarte en lo negativo, luego será demasiado tarde, echaras un vistazo a tu pasado y no encontraras nada bueno que recordar, porque incluso lo bueno no te parecerá tan bueno. 

Disfruta la vida que se te ha dado, es demasiado hermosa y corta para dejarla escapar.


El corazón alegre es buena medicina. Pro 17.22



¿Quiénes son los Ángeles?


La biblia nos enseña que existen ángeles buenos y ángeles malos y que están entrelazados con la historia humana.

Ángeles de Dios

Hebreos 1:14
Porque los ángeles son solamente espíritus que sirven a Dios, y él los envía para ayudar a toda la gente que Dios habrá de salvar.

Salmo 8:5
Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.

Apocalipsis 5:11
Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.

Ezequiel 1:14
Y los seres vivientes corrían y volvían a semejanza de relámpagos.

Mateo 28: 2-4
Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.
Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos.

2 Reyes 19:35
Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos.

·         Sirven a Dios y ayudan a la gente que Dios va a salvar
·         Son mayores que nosotros
·         Adoran a Dios constantemente
·         Viajan como relámpagos
·         Reflejan la pureza de Dios y tienen poder
·         Poder para matar al hombre
·         Enviados de Dios con misiones de misericordia  a los hijos de Dios. (Abrahán, Lot, Elías, Eliseo, Daniel, Pablo, etc.)


Los ángeles guardianes

Un ángel guardián ha sido señalado para acompañar a todo seguidor de Cristo.

Salmo 34:7
El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende.

Mateo 18:10
Recuerden: No desprecien a ninguno de estos pequeños, porque a ellos los cuidan los ángeles del cielo.




Ángeles de Satanás

Los malos espíritus, creados al comienzo como seres sin pecado, eran iguales en naturaleza, poder y gloria a los santos ángeles que ahora son mensajeros de Dios. Pero al caer debido al pecado, se aliaron para deshonrar a Dios y destruir a los hombres. Unidos con Satanás en rebelión, cooperan en la guerra contra la autoridad divina.

¡Cómo caíste del cielo, oh LUCERO, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 

Apocalipsis 12:7-9
Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 
Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 

Mateo 5:7-9
Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo.
Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.

Marcos 7:24-30
25. Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se postró a sus pies. 29. Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija.

Marcos  9:19-27
20. Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.
26. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. 27. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.

Lucas 4:33-36
Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.
Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.


Los que siguen a Cristo están seguros bajo su cuidado, pues los protegen ángeles que los superan en fuerza.



Meditación basada en el capitulo 32 del Conflicto cósmico